jueves, enero 10, 2008

GRACIAS, CHÁVEZ, CUMPLISTE

GRACIAS, CHÁVEZ, ¡CONSEGUISTE LA LIBERTAD!

Por Leopoldo de Quevedo y Monroy


Son las 4:29 p.m. de la tarde hoy 10 de enero de 2008, a una hora de conseguir la libertad para Emmanuel, Clara de Rojas y Consuelo González de Perdomo. Ayer, cuando nadie lo esperaba y después de denostar la actitud del Presidente Chávez, él anunció la feliz liberación a que se había comprometido. Los que creíamos en su mediación y dimos la firma de respaldo en carta enviada por el Director del Festival Internacional de Poesía de Medellín, Fernando Rendón, no nos sentimos defraudados. Ya sabíamos que el proceso no podía ser en tres días y que las circunstancias no eran claras. Pero hoy las flores salvajes venidas del otro lado, de la cárcel en la selva, y, de esta parte, las azucenas y dalias y margaritas amarillas de parte de la Libertad, exhalan su aroma de bienvenida.

Colombia y el mundo suspendieron sus programaciones de televisión y las radios callaron para dejar lugar a las imágenes y voces que llegaban desde Santo Domingo y Maiquetía. Era realidad lo que se había dicho inicialmente : tres retenidos estaban libres, cambiaron las cadenas y se amarraron literalmente a los cuellos de sus familiares en abrazos y besos. Fue Caracol quien llevó la voz de estas mujeres que antes alargaban sus oídos para oír los mensajes por su medio. Darcy Quinn y Lucía Madriñán con voces impregnadas de emoción nos trajeron con mesura cada gesto, cada lágrima y cada abrazo a los hogares.

Fue el suelo de Venezuela y no Colombia el que dio piso a la alegría para liberados y familiares. Las dificultades y suspicacias retardaron el acontecimiento. Los cientos de periodistas y sus cámaras repitieron los esfuerzos del intrépido ciudadano Chávez que puso el pecho a las caras duras y a palabras de despecho. El hermano pueblo prestó su cielo, sus aviones y su aliento para que madres, hijas, nietos y sobrinos pudieran volver a tres colombianos libres. Lo mismo hizo la Argentina, Ecuador, Bolivia, Brasil, Uruguay, Guatemala, Francia, Suiza que pusieron sus hombros e hicieron fuerza para apoyar esta gesta humanitaria. Por fin pudimos ver reír a la senadora negra de turbante rojo, Piedad Córdoba, que perdió sueño, ganó injurias pero siempre tuvo la frente en alto.

Sonaron por las mismas trompetas y al compás de las mismas tubas y tambores los himnos nacionales rindieron los honores y la bienvenida en Caracas a las ciudadanas por largo tiempo secuestradas ante la casa del autor de esta hazaña. El niño Emmanuel desde Bienestar Familiar seguramente miraría sin saber exactamente por qué sonaban. Con su bracito lastimado en el momento del parto de su madre Clara saludaría estos momentos.

Colombia se pregunta hoy con expectativa si el Gobierno por fin se decide dar la mano a los países que han ofrecido su acompañamiento para que vuelvan a su casa la multitud de secuestrados mediante el sonado Acuerdo Humanitario. Esperamos que pueda más la alegría de estar libre de gozo el Canciller que la puja por saber quien más odia y quien más aguanta en esta hora que la Patria grita : PAZ, por fin, bajemos la guardia a los agravios y digamos juntos : Cesó la horrible noche del secuestro.
10-01-08 5:58 p.m.

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