Si no fuera por los alias, o porque salieron con cadenas en las manos cuando subían a los aviones de
Al verlos tranquilos frente a la cámara, sin una sombra en su ceño, con los ojos con la serenidad de la edad de la inocencia, cualquiera diría que eran modelos que posaban para agradar a las muchachas en pasarela. Lombroso sacudiría su cabeza y respiraría avergonzado al verificar que el tipo del “criminal nato” no aparecía en sus rostros. Con razón la justicia se demoró tanto tiempo en capturar la saña y la sevicia que se escondía tras sus cejas y sus afeitados rostros. Nadie miró sus manos. Nadie le sacó fotografía a su hígado seco ni a su sonrisa adentro haciendo cruz. Porque la prensa jamás recibe premio por esa clase de tomas. Eso queda para los psicólogos y psiquiatras.
Se los llevó
¡Cómo nos hace pensar esta gesta llevada a cabo esta mañana! “Se acabó la “parapolítica”, pero no el “paramilitarismo”, sentenció Claudia López por Rcn. Ya no habrá más medias verdades, ya no habrá más implicados. Ya las sombras de de los pasillos en Miami o Washington acallarán tanta patraña. Los colombianos repararemos con los impuestos a las víctimas con 40 u 80 millones, según la “importancia” del ofendido. Y el Estado confiscará fincas, piscinas, dólares, y las hará “rendir” como hasta ahora y las entregará como lo “estudia” con Carimagua.
¡Ah!, las lecciones de Derecho Penal Humanitario que estamos recibiendo. ¡Ah!, los sabios artículos de la ley de “Justicia y Paz y Verdad y Reparación” que salió de manos del Consejero tierno y del Congreso que fue llamado “admirable” en un momento.
Todo es tinta, papelón, borrón y cuenta nueva. Y, por supuesto, aplausos por el golpe de opinión a mafias y bandidos.
13 - 05 - 08
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